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En conversación con Marien González Hidalgo

Hablamos con Pablo Reyes Huenchumán, werkén (vocero Mapuche) del Lov Paillakawe, que se encuentra actualmente en un proceso de recuperación territorial en el Golfo de Arauco, Región del Biobío, en Chile, parte del Walmapu (territorio ancestral Mapuche).

Pablo Reyes Huenchumán, en el Lov Paillakawe. Autoría: Javier Tavolari

Desde 2004, el 21 de septiembre se celebra el “Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles”, con la intención de denunciar, al menos una vez al año, cómo la producción industrial de árboles a gran escala amenaza la soberanía de comunidades y pueblos. ¿Cuales dirían que son los principales impactos del modelo forestal basado en plantaciones, para su territorio?

PRH: Los impactos llevan ya más de 50 años, el modelo se instaura en dictadura de Pinochet, en la que se agudiza la usurpación de territorio Mapuche en esta zona. La industria forestal, en concreto aquí la del grupo Angelini, la forestal Arauco, fue adquiriendo gigantescos espacios territoriales a costa de la gente, gracias a la dictadura, los amigos y familias de la dictadura. Por ejemplo, en este sector uno de los personajes fue Julio Ponce, yerno de Pinochet, que facilitó que muchos predios le fueran entregados a la Corporación Nacional Forestal (CONAF) donde trabajaba, y los acabó vendiendo a precio irrisorio acabando en manos del grupo Angelini. Actualmente la forestal Arauco tiene casi 2 millones de hectáreas a su nombre. Por esto el movimiento de lucha Mapuche por el control territorial considera a las forestales como el enemigo contemporáneo, porque tienen en su poder grandes cantidades de tierra que fueron adquiridas de manera fraudulenta, con la complicidad de los diferentes gobiernos que ha habido en este proceso de usurpación territorial.

Así se asienta este sistema capitalista en el sector, con gente campesina y Mapuche, expropiados poco a poco con amenazas. Hay historias de nuestra familia, de nuestro lov (organización comunitaria mapuche familiar), que aun recuerdan cómo les quemaron las casas, y con amenazas de los guardabosques que tenían que retirarse porque al fin y al cabo esto era sector forestal. Esto se entiende en el contexto histórico, en que dio una reconversión capitalista a esta zona, pasando de ser de producción minera y pesquera a también forestal. Muchos predios agrícolas pasaron a ser forestales, degradando el suelo. La instalación de la industria forestal impacta muchísimo desde entonces, con impactos sociales, ambientales, políticos, territoriales.

Esta situación no tiene en el presente ni en el futuro una buena convergencia. Nuestro principal objetivo es liberar los espacios territoriales donde habitaban nuestros Kuibikecheyem (antepasados) y eso conlleva exponernos a enfrentamientos con las fuerzas del orden: ya hemos sufrido entre los miembros de la comunidad perdidas de ojos, hemos sido victimas de perdigones, rociados con gases lacrimógenos…

Desde su mirada, ¿Qué factores motivan/ayudan a que se mantenga el modelo forestal basado en plantaciones?

Las empresas forestales y en general, el capital, están en constante reconversión, blanqueando su imagen. Por un lado, se apoyan en instrumentos como la certificación FSC (Forest Stewardship Council), que les permite vender su producto a un mayor costo, diciendo que trabajan de una manera ordenada, ambiental y sin conflictos con las comunidades aledañas, lo cual es una mentira. Se supone que hay leyes que regulan hasta donde la forestal puede llegar plantando, por ejemplo, respetando los menoko (humedal o laguna con mucha biodiversidad y hierbas medicinales que sirven como lawen, remedio para la comunidad), o respetando nuestros lugares sagrados. Pero todo acaba corrompiéndose. Por ejemplo, en la comunidad Lov Vilo, que están en recuperación territorial cerca a nosotros en el sector del Huape, un salto de agua fue intervenido, y la comunidad pidió que se parara el trabajo de la forestal porque ahí vivía un ngen (ser mitológico en el mundo mapuche, al que se le pide permiso para acceder a un territorio). La empresa detiene el proceso, pero inaugura el espacio como “sitio de significación cultural” y lo publica en las redes sociales. La imagen circula por todas partes, lo que conlleva un alza en personas que viene a visitarlo, pero no hay control sobre ello. Así, en vez de ser un espacio de cuidado, se ha transformado en un espacio de basura, de destrucción. Actos como este son cometidos de manera cotidiana a través de la FSC, destruyendo espacios tan delicados como en donde viven los ngen, que, si son molestados, los que más sufrimos somos nosotros los Mapuche.

La empresa forestal viene con nuevas formas ahora, que es la energía eólica. En el 2019, la forestal Arauco, que es la empresa que tiene mas control y poder en el territorio, presentó un proyecto que venia proyectándose desde hace muchos años, que fue el proyecto M.A.P.A.; que buscaba ampliar la planta de celulosa que ya está situada en el golfo de Arauco. Junto a ello, se planeó un proyecto de un parque eólico, al que se le llamó Viento Sur. En abril de 2022, en el proceso de consulta indígena y ciudadana, fuimos invitados a la consulta, y le queríamos decir que el Lov Paillakawe estaba dentro de lo que estaba planeado en el proyecto. Una de las torres de este proyecto eólico está planeada sobre un Rewe (altar sagrado mapuche) que nosotras habíamos levantado, donde actualmente hacemos nuestras rogativas. Al igual que en el mundo wingka (no Mapuche) se generan iglesias, mezquitas…nosotros movilizamos nuestra espiritualidad a través del Rewe, así que esto lo que propone este proyecto es algo muy violento, para nosotros es inconcebible dejar que esto ocurra. Dejaríamos la vida para que no pase, porque esto es la base de nuestra espiritualidad Mapuche. Sin embargo, se le dio toda la información, pero ninguna de nuestras interpelaciones fue tomada en cuenta: se nos niega la calidad de indígenas, por no estar registrados en la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), porque nosotros nos consideramos Mapuche más allá de un papel en el que el Estado Chileno nos diga que sí somos Mapuche.

Además, el capital privado se aprovecha de las comunidades que nosotros llamamos yanakona (Mapuche que traiciona su pueblo), que son comunidades que son afines a los intereses del capital, que habían negociado por ejemplo la ampliación del proyecto M.A.P.A., donde las empresas ofrecen compensación económica a las comunidades…pero hasta ahora no hemos visto que una sola comunidad haya salido de la pobreza con las migajas que les da la empresa. Pero parece que es una estrategia psicológica, estas comunidades a través de sus dirigentes, son comprados, ideologizados a través de la empresa, para su beneficio. Así se des-membrana el tejido social mapuche. Y esto no solo pasa en Chile, sino en toda América Latina, el capitalismo latinoamericano es mediocre: siempre se conforma con la expresión de la materia prima en bruto, y no manejar el producto, sino vender la materia prima lo antes posible; no se pretende generar inversión para que los pueblos puedan ser también dueños de ese recurso. Así, el estado sigue siendo mediocre con su propia gente, generando políticas de desarrollo a través de estas grandes empresas como solucionadoras de problemas, que sea la empresa forestal la que le soluciona el problema, por ejemplo, de empleo. Por eso les dan el espacio para que inauguren centros culturales, deportivos… así el estado permite y facilita que la empresa se meta en el tejido social. A través de la propaganda y de los medios de comunicación, ellos han ganado todo este espacio.

Este día no solo es para denunciar los impactos, sino también para visibilizar la resistencia cotidiana de las comunidades afectadas por las plantaciones de árboles. ¿Cómo se organizan desde para afrontar las implicaciones de este modelo, y ganar espacios de soberanía?

Nosotros como Lov Paillakawe comenzamos este proceso de formación comunitaria desde el 2020, aunque ya desde antes veníamos gestando la formación de este Lov, asociado al linaje de la familia Huenchumán (Kupalme Huenchuman). Es un proceso histórico de que exista un levantamiento de este carácter en esta zona, no se había dando desde la llamada Pacificación de la Araucanía. A mi se me ha otorgado la misión de ser werken y visibilizar nuestro proceso, que ha sido bastante duro en este ultimo tiempo, con procesos de persecución policial, penal, siendo demandados por las empresas, que nos acusan de usurpadores, y también otros procesos judiciales. Actualmente nuestros principales procesos comunitarios están enfocados en la recuperación de tierras, y también realizamos acciones que visibilicen nuestro proceso como marchas, toma de calles y caminos, y acciones judiciales.

Como pueblo mapuche, nos organizamos a través de los Trawun, que son las asambleas donde nos juntamos comunidades para tomar acuerdos de carácter territorial y compartir la comida, y el ritual. En el Trawun se deciden qué acciones se van a tomar, así nos organizamos y hacemos la política mapuche. Fue en un Trawun que acordamos llevar adelante el proceso de control territorial, que consiste en tomar los predios, que llamamos en recuperación, y por tanto alejar a la forestal, aun considerando que puede haber persecución, y la cárcel y hasta la muerte…. Actualmente el Lov Paillakawe controla unas mil hectáreas, y si consideramos también el territorio controlado por otros lov y comunidades vecinas en el Golfo de Arauco sumaríamos unas 7000-8000 hectáreas. Desde hace 3 años la forestal no ha podido entrar en los territorios que actualmente tenemos controlados, salvo en una confrontación que hubo en el Lov Vilo en el sector Huape, que fue una acción de los carabineros- los Pacos-  la policía militarizada intentando entrar con tanquetas en el territorio recuperado.

Estas recuperaciones se llevan haciendo desde hace mas de 20 años en otros territorios, más al sur en la provincia de Arauco, planteadas como procesos de control territorial por El Consejo de Todas las Tierras y sobretodo por la Coordinadora Arauco Malleco. El control territorial implica quedarse en el territorio, hacer vida, y ejercer la soberanía en este espacio. Y eso es lo que estamos haciendo: chacra para la siembra de papa, arveja, habas, la crianza de gallina y algún cerdo. Pero esto tiene sus repercusiones: por haber entrado en un predio y quedarnos, la forestal nos tiene con medidas de criminalización, especialmente a los dirigentes, con demandas penales de usurpación. También sufrimos otras formas de hostigamiento, a través de drones, de helicópteros, persecuciones y hasta disparos por parte de los guardias forestales. Todos los que participamos de procesos de recuperación territorial sabemos que nos exponemos a eso.

Chacra de papa, en el territorio recuperado del Lov Paillakawe. Autoría: Pablo Reyes Huenchumán

¿Cuales son sus principales desafíos en esta lucha/resistencia?

La militarización es un desafío aun con este gobierno liderado por Boric. Nos tememos que vayan a estar los 4 años de gobierno con el Walmapu militarizado. Esta zona del Golfo de Arauco no se habla tanto en la prensa, aunque cuando nos tomamos las calles sí se nos llamó violentos y todo lo que se dice el movimiento Mapuche, que somos violentos, terroristas, o últimamente que somos narcotraficantes. Aquí la única violencia que se ejerce es la de las empresas y los guardas forestales; aunque se denuncien estas las situaciones siguen estando presentes.

Otro de los desafíos es lidiar con las estrategias de la empresa. Las empresas generan divisiones cooptando dirigentes, lo cual va generando divisiones entre las comunidades y distanciamiento. Han buscado acercamientos hacia los dirigentes vecinos, ofreciendo una negociación en que se retiren de los predios y buscar una compensación económica para que no vuelvan. Algunos aceptan buscando el recurso para alimentar a su familia… Aquí no han tenido resultados, pero sí lo han intentado.

Se dice que esta zona de Arauco es muy facha, hay mucho voto de derecha en los últimos años, y es que además el colonialismo sigue estando muy presente. Es difícil no dejarse atrapar por el colonialismo, intentamos por ejemplo que nuestros hijos no participen en los eventos patrióticos que se dan sobretodo en septiembre en Chile, son pequeñas acciones que llevamos a cabo con nuestra descendencia. Celebramos el Wetripantu (la celebración del solsticio y año nuevo Mapuche), ahora todos los niños saben que se celebra en junio… lo que es bueno por un lado, pero también el mundo wingka parece que siempre busca la folklorización y uno no sabe si a veces es se hace desde la burla o la ignorancia.

¿Y, cuales son las principales motivaciones que ayudan a sostener este trabajo? ¿Qué es lo que ayuda a resistir y luchar contra el sistema que impone y busca expandir monocultivos de árboles en el territorio?

En 2018-2020, hubo un levantamiento muy importante en el Walmapu. Muchas comunidades se levantaron, eso nos ánimo también en este sector, que la zona del Golfo de Arauco también entrara en procesos de recuperación. Estas recuperaciones tienen el mismo espíritu que las de los años 60, que tuvieron lugar en procesos de reforma agraria con Salvador Allende, con los movimientos de izquierda; aunque en un contexto muy diferente ya que era durante el gobierno de derechas de Piñera. El saber de los procesos de los anteriores y de las otras comunidades movilizadas actualmente del pueblo Mapuche nos animó, después de muchos años hablándolo.

Como Lov Paillakawe nuestras alianzas son pocas, tenemos apoyo de otras comunidades Mapuche, pero no con otras entidades. En los últimos años, a través por ejemplo del proceso contra la ampliación de la celulosa (proyecto M.A.P.A.), nos hemos desmoralizado con las acciones de algunas organizaciones que podrían ser afines, pero en las que entran personajes políticos, para ganar poder y votos, y después su aporte acaba siendo mínimo. Desgraciadamente con las organizaciones campesinas las alianzas son difíciles, son las que menos quieren es que haya recuperaciones en el territorio, porque se ha dicho que se les iban a quitar las tierras a los pequeños campesinos. Es un mito como el de los “comunistas come guaguas”.

¿Cuales creen que son las medidas concretas desde la institucionalidad que se podrían tomar para que se pusiera el derecho a decidir de los pueblos en el centro, más allá de los intereses de grandes capitales, con respecto a las políticas forestales?

Como Lov Paillakawe, consideramos que la única medida que sería realmente efectiva que podría realizar el Estado chileno es la expropiación de las tierras a estas grandes empresas forestales. Aunque existen mecanismos de devolución de tierras a través de la CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena) están obsoletos. Los últimos gobiernos han subido la cuota para la compra de tierra, pero la realidad es que cada vez se compra menos tierra, porque los propietarios legales de esos terrenos suben el precio de la tierra. Así, las tierras que se entregan pueden ser de hasta 3 hectáreas. Los Mapuche siempre hemos criticado esta forma de gestionar el territorio, es una forma de entregar el territorio muy mezquina, ridícula: el lov es una forma de vida comunitaria, la forma política y familiar de desarrollarse en un territorio, que son espacios amplios… nunca se va a desarrollar en 3 ha, sino en un territorio, con elementos físicos, naturales, espirituales, que los Mapuche necesitamos para la plenitud. Así que esta forma de estos últimos años de devolución de tierras, no es algo que como pueblo Mapuche valoremos. Así que lo más revolucionario sería que se expropie por parte del estado las tierras forestales a grandes latifundistas para la gestión de las comunidades.

Otra medida que se debería tomar es que las consultas relacionadas al convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales sean vinculantes, no solo a los pueblos Mapuche sino a todos los pueblos indígenas. Nos consultan, pero al final la respuesta que tienen de las comunidades, no son vinculantes, por lo que esto es solo mera consulta. Las grandes empresas saben llevarlo muy bien; el estado de Chile ha sido participe de las declaraciones interamericanas de los pueblos indígenas con diferentes gobiernos, han participado de estas leyes internacionales, pero no son cumplidas de manera integral, sobretodo a lo que refiere a la libre determinación de los pueblos en lo económico, social, político, territorial.

Lamentablemente, en el nuevo gobierno de Boric, el partido socialista tomó poder en la coalición. Se ha visto en las decisiones que se han tomado desde el Ministerio de Interior. Esto es similar a lo que paso en los 80, que el socialismo se dedicó a perseguir a los movimientos de izquierda más radicales, como el MIR, el frente patriótico…el partido socialista tuvo mucho rol en la eliminación de los movimientos populares, y en este gobierno pasa lo mismo. Hay más milicos (militares) en la calle, pensamos que lo mas probable es este gobierno pase los cuatro años así, con el Walmapu militarizado. Mucha gente está desmoralizada por eso. En este periodo, se han aprobado leyes como la del robo de madera, que aplican para seguir manteniendo en la pobreza al mundo Mapuche. Esto es problemático, porque en las recuperaciones de predios forestales, hay que eliminar el monocultivo, y esto no se hace de un día para otro, y en ese proceso se necesitan recursos, para que la tierra vuelva a regenerarse. Una de las opciones que se tienen las comunidades en resistencia es poder vender la leña para consumo humano. Pero ahora está penado. También, por lo comentado anteriormente con el proceso de la implementación del parque eólico, no tenemos esperanza de que cambien las cosas por parte de este gobierno.

Uno de los momentos de conflicto en el Lov Vilo. Autoría: Pablo Reyes Huenchumán

¿Cómo se imaginan o sueñan un futuro de “soberanía forestal”- es decir, donde sea la gente que vive de y en la tierra – indígenas, campesinos, trabajadores- la tenga el poder de decidir en materia forestal y territorial- en este territorio?

La mayor parte del territorio bajo control actual por el Lov Paillakawe son espacios altos, cerros, son las montañas de la costa. Hay unas 200 ha de bosque nativo, rico en biodiversidad, pero el resto es, o era, monocultivo. A pesar de ser un espacio montañoso, en ciertos espacios se pueden desarrollar una agricultura de subsistencia, familiar, de lov, o de Trafkintu (intercambio) de productos; como hacía el pueblo Mapuche antes de la invasión europea o incluso la inca, con pequeña producción agrícola, de choclo, diferentes tipos de legumbres, habas, porotos. Así, soñamos con una agricultura familiar y local, con productos de la zona y sin uso de agroquímicos, que puedan darnos estabilidad y podamos ver crecer a nuestras familias, sin pasar hambre y sin pasar por ser esclavos de los latifundistas. Y también aportando al resto de la población, que como pueblo Mapuche podamos también aportar con trigo y papa a las ollas comunes. Esto es lo que se plantea, poder volver a la soberanía alimentaria para nosotros y para la población, entre los pueblos.

En los espacios dónde cuesta mucho que vuelva ese manto orgánico, en esos espacios sí sería aceptable el monocultivo, no al nivel que tiene la forestal aquí en la zona, sino a muy baja escala (1-2 hectáreas), para la producción de leña, que sirva para cocinar y para la construcción de estructuras menores de madera y mejoras en la ruka (casa), evitando asi la tala del bosque nativo para estos fines. Y también dejando espacios sin tocar, de bosque nativo, espacios donde la Ñuke Mapu (Madre tierra) tenga solo su espacio, y, nosotros tener espacios para la práctica de nuestra espiritualidad, para celebración de Trawun, de Ngillatun (ceremonia o rogativa Mapuche), de Palín (juego que sirve para afianzar alianzas entre diferentes lov) …. eso es lo que queremos reconstruir.

Me despido con un saludo a todas aquellas personas que defienden a la Ñuke Mapu en todo el mundo, y en particular a todos los presos políticos Mapuche que están encerrados por luchar por ella, y que siguen luchando para que el wingka nos deje libres. Un saludo también a quienes partieron de este espacio dimensional y que dieron su vida por la defensa de nuestro territorio..¡¡¡mientras siga creciendo el koliwe, habrá waiki (lanza) para que la lucha del Mapuche siga estando presente!!!

Marien González-Hidalgo es investigadora asociada a la División de Desarrollo Rural de la Universidad Sueca de Ciencias Agrarias (SLU).

Esta entrevista se puede leer en inglés aquí